Con un inconfundible diseño europeo, la Piccola se une a un segmento del mercado que viene en franco ascenso. Diseño retro y soluciones contemporáneas, como la iluminación led, hacen de este scooter un compañero muy elegante e ideal para el día a día.
Con las grandes ciudades colapsadas de tránsito, con un transporte público que no es el mejor, y con aumentos constantes del combustible, los scooter ganan terreno a paso firme entre los que tenemos que lidiar a diario con la city. La facilidad de uso que brindan estos pequeños citadinos, se conjugan con una capacidad de carga que ningún otro tipo de moto puede brindar y con un bajo consumo de combustible que hace ridículo cargar la SUBE. Los hay de corte deportivo, modernos o clásicos, como este Piccola de Gilera, que evoca el estilo italiano de los años 60, apoyado con soluciones modernas que hacen de este scooter un vehículo practico y cómodo para cualquier usuario, sea hombre o mujer.
El clásico faro redondo, los apliques cromados o el delicado tapizado beige del asiento, le otorgan al Piccola la cuota de elegancia que muchos usuarios buscan en este tipo de scooter. Por otro lado, la iluminación led, el tablero mixto con display digital, la toma de carga USB en la guantera o el freno a disco delantero, hacen que este producto de Gilera sea práctico y seguro, cubriendo todas las necesidades de un usuario cada vez más exigente.
Con respecto al motor, se impulsa por medio de un monocilíndrico de 150 cc, carburado y enfriado por aire, el cual cuenta con la potencia suficiente para moverse con agilidad por calles y avenidas. Con bajísimos registros de consumo, la autonomía es cercana a los 180 km. La capacidad de carga está muy bien resuelta en el Piccola, con un hueco bajo asiento de buena capacidad y una guantera con llave en la cual contamos con la mencionada toma de carga USB y espacio destinado cerrado destinado al celu u otros objetos menores.
Comandos de muy buena calidad, tanto de tacto como de funcionamiento y un tambor de arranque con obturador de seguridad y desde donde se destraba el asiento, como corresponde. En síntesis, un producto ideal para los traslados diarios por la ciudad, de bajo consumo y mantenimiento, y con un diseño típicamente italiano que cada vez tiene más adeptos.
El clásico faro redondo, los apliques cromados y el delicado tapizado beige del asiento, le otorgan una cuota de elegancia.